lunes, 4 de julio de 2011

SIN TIEMPO

El fulgor de cada alborada,
abriga la sutil voz de un ardor.
Como si fuere rosario de besos,
en el regazo de un suspiro la santiguo.
En trémulas pinceladas fluye y
corazón adentro es llamarada.
Estampada en azul,
se me figura halo de ilusión.
Rocío mañanero,
ese clamor que me abraza.
Agridulce ríe y llora
la quietud del desencuentro.


¿Hasta cuándo amor?


¡No te das cuenta de que
nos vamos quedando sin tiempo!
Mañana otra lágrima más
cristalizará su ansia en el
borde mismo de mi sonrisa tuya.


El fulgor de cada alborada.
Cada Mañana.
Y cada lágrima…

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