LACRIMOSA
Sucede a veces...
que una se procura un gramo de locura
y la lágrima
batalla su rumbo hasta la mejilla.
Pero sublime y generosa siempre,
logra guardar en sus cristales
los latidos que pulsaron
fuego y azúcar por las venas..
Eso no lo borra un llanto,
sea en tu iris o en el polvoriento suelo
que pise al desplomarse
por el peso de su propia angustia..
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