sábado, 24 de septiembre de 2011

SEÑOR


No acepto toques a mi puerta
y mucho menos si nunca tuvo
la vergüenza de decir “me voy”
hipócrita fue su partida
eso no se hace, traidor
el respeto, por si no lo sabe,
es cosa de hombres con valor,
usted no tiene talla de señor.

¿Mujer que llora mal de amores?
¡que va! no soy
de nada vale un estúpido quebranto
por eso, ninguna lágrima mía
le va a extrañar jamás,
mi orgullo no lo lacero
muy bien que usted lo sabe,
señor.

Circule por donde mismo hirió
que no le ocupe ni la idea
de un rezagado adiós
ya volteé mi mirada
¡no me importa usted!
ya no es conmigo
le abandoné en mi corazón,
señor.

Aléjese con sus delirios
de ningún modo alargue la mano
hasta donde estoy,
no estoy, se lo aseguro
al menos para usted no,
señor.

Feliz me late la mirada
sin el recuerdo
de sus falsedades
por donde aparezca,
lo negará mi corazón
que no hay perdón
la mentira sólo
la perdona un dios,
señor.

El silencio de mis labios
no lo guardo por dos
sucede que al fin respiro
la paz de su desamor,
señor.

El respeto, por si no lo sabe,
es cosa de personas con valor
viva feliz con sus euforias
algún día verá que toda decisión
tiene un recoveco en el infierno
por donde entran todos
los que no tienen perdón,
señor.

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